top of page

Ya no están

Lindo cachorro

Sora

Sora, que significa cielo, es el nombre del pollito rescatado por un chico que trabaja arreglando máquinas en el matadero.

Por ser prematura y con una pequeña lesión en el ala, iban a tirarla a la basura, para desentenderse de ella, como tantos otros pollitos, a los que no son rentables mantener para la cadena de consumo humana.

Por suerte, Irene y su amiga Rocío buscaron la forma de cuidarla hasta poder traerla al santuario. La pequeña pertenece a la raza broiler, genéticamente seleccionada para sacar el máximo beneficio económico a través de su carne, en el menor tiempo posible. Estos animales son esclavos de su propia genética, sus patitas soportan un cuerpo cuyo peso es demasiado elevado, y no para de aumentar por su apetito voraz.

A los 41 días de vida, cuando todavía son pollitos, cuando apenas se han formado, su cuerpo ya ha alcanzado el peso de adulto, y son enviados al matadero para consumo.

Sora no tendría ese final, vivió feliz, creciendo respetada y querida, rodeada de su gran familia.

A los meses de estar en el santuario, comenzó a encontrarse mal una tarde, sus pulmones y corazón no funcionaban bien, su cuerpo se la estaba llevando, y falleció de un infarto.

No podía llevar un ritmo de vida normal con su condición física y genética, que no estaba preparada para sobrevivir a los días que establecen para matarlas y convertirlas en comida.

  ¿Quieres formar parte de su vida?

    Desde 12€ al mes.

  Más sobre

Sora

bottom of page