Unas compañeras encontraron a 2 corderitas recién nacidas, con la placenta, su cuerpecito manchado con el líquido amniótico, desorientadas, balando, buscando a su mamá.

Durante los primeros días estuvimos luchando por sacarlas adelante. Llegaron muy débiles, sin tomar calostro, y no es fácil hacer de mamás adoptivas con el mínimo de recursos que disponemos sin una madre que les aporte todo lo que necesitan.

Lo cierto es que se han salvado de morir en navidades, porque todas las bebés que nacen en esas semanas, son las se encuentran en los mercados como "carne lechal".

Lua es muy espabilada, cuando llegó estaba aterrada, daba patadas al suelo para protegerse, y después no paraba de seguirnos y pedir bibe.

Ahora es adorable, te mira y se acerca con su carita todavía de bebé pidiendo atención.

Por su energía nos recuerda mucho a Prima Vikinga y de ahí su nombre Ahora es la hermanita inseparable de Mati, a la que sigue e imita incondicionalmente.

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